DÉJEME MASCAR MI COCA
Por: Silvana Ontiveros
Foto: Leo Armella
DÉJEME MASCAR MI COCA
Déjeme mascar mi coca señor comisario;
yo no soy vicioso, menos pendenciero,
soy un pobre diablo, que anda por los cerros
buscándose la vida, allá entre los cuervos.
Yo mastico coca pa olvidar las penas que matan mi alma
por tantas miserias qui paso en el rancho,
yo mastico coca, pa tantiar mi suerte;
y dejar mis hojas en las apachetas de mi Pachamama.
Yo masco mi coca, pa güeltiar las abras sin cansarmi tanto,
pa vencer la puna, allá sobre el alto...
pa vencer el sueño, cuando hago dos turnos,
dentro de las minas sacando el estaño.
Yo masco mi coca...
pa vencer el hambre que quema en mi pansa,
cuando ya no hay charqui...
cuando el maiz tojrita, todito ta helado.
Yo no soy como otros qui ojos a la vista,
tan muquiando coca dentro de los bares,
yo escondo coquita, pa matar la sed,
donde ya no queda, ni gotita de agua.
Y tengo el respeto de limpiar mi boca,
pa qui no mi veigan qui yo toy coquiando,
y tengo el respeto de llevar mi coca, pal tata Coquena,
por abras heladas, donde usted, no llega, señor comisario.
Y...Cuando no tengo coquita en mi chuspa,
masco las hojitas verdes de una chachacoma,
de tolas amargas, de chilcas, charcomas, pero no es lo mismo
por Tatito Dios, señor comisario.
(Autor: FORTUNATO RAMOS. Poesía regional que da cuenta de las vivencias del hombre puneño, del kolla.)
Foto: Leo Armella
Hace un par de semana se hacía hincapié y se aseguraba que la propagación del COVID19 se relacionaba directamente con la hoja de coca, única sospechosa del contagio en toda la Provincia de Jujuy y principalmente en la Puna Jujeña.
Como es sabido el norte, conglomera un sinnúmero de comunidades Quechuas, Kollas, Chichas, Atacamas, entre otras, herederas de una cultura ancestral y milenaria, quienes somos consumidores de la hoja de coca, una tradición que llevamos muy arraigado en nuestra cultura y en nuestro diario vivir.
La coca se usa en ceremonias y ritos sagrados. Fue y es ofrenda a las divinidades, relacionada con el sincretismo y las festividades religiosas del Norte, también se utiliza con fines medicinales. En la ceremonia de la Pachamama, por ejemplo, la coca se convierte en el alimento central y espiritual de la comunidad, y es ofrendada a la madre tierra.
El norte de la provincia hoy se ve en alerta roja ante la llegada del COVID19, las medidas de cuarentena obligatoria impactó con más fuerza en las poblaciones vulnerables y amplía aún más las brechas de inequidad que ya había en las Comunidades Originarias del interior de la Provincia de Jujuy dejándonos sin la posibilidad de acceder a su consumo.
Cabe aclarar que el 10 de Junio se secuestró en un móvil policial de la Provincia con 96 kilos de coca en estado natural, cuyo valor fue estimado de $ 775.782 en un control de gendarmería, los efectivos policiales pretendían hacer llegar esa mercadería a la capital Jujeña, ya que desde el inicio de la pandemias su precio había subido abismalmente para los consumidores.
Como es sabido el norte, conglomera un sinnúmero de comunidades Quechuas, Kollas, Chichas, Atacamas, entre otras, herederas de una cultura ancestral y milenaria, quienes somos consumidores de la hoja de coca, una tradición que llevamos muy arraigado en nuestra cultura y en nuestro diario vivir.
La coca se usa en ceremonias y ritos sagrados. Fue y es ofrenda a las divinidades, relacionada con el sincretismo y las festividades religiosas del Norte, también se utiliza con fines medicinales. En la ceremonia de la Pachamama, por ejemplo, la coca se convierte en el alimento central y espiritual de la comunidad, y es ofrendada a la madre tierra.
El norte de la provincia hoy se ve en alerta roja ante la llegada del COVID19, las medidas de cuarentena obligatoria impactó con más fuerza en las poblaciones vulnerables y amplía aún más las brechas de inequidad que ya había en las Comunidades Originarias del interior de la Provincia de Jujuy dejándonos sin la posibilidad de acceder a su consumo.
Cabe aclarar que el 10 de Junio se secuestró en un móvil policial de la Provincia con 96 kilos de coca en estado natural, cuyo valor fue estimado de $ 775.782 en un control de gendarmería, los efectivos policiales pretendían hacer llegar esa mercadería a la capital Jujeña, ya que desde el inicio de la pandemias su precio había subido abismalmente para los consumidores.
Foto: El tribuno
Previo a esos sucesos, por el decomiso de numerosos operativos, el Gobernador Gerardo Morales, gestionó ante la justicia federal que se le haga entrega de esa mercadería secuestrada a fin de poder distribuirla entre la población más vulnerable, quienes debían solicitarlo vía página web para poder recibir 50 gramos de coca. Así lo informó el gobernador por Twitter: "Nos autorizaron que la coca incautada sea entregada al gobierno de la provincia y distribuida gratuitamente en Jujuy".
¿Legal o ilegal?
No obstante esta contradicción, hoy se nos ha prohibido consumirla y es imposible tener acceso a ella, pese que siempre fue ilegal su comercialización dentro de la Argentina, su consumo no está penalizado. Es así que en la capital jujeña, se vendía sin ningún pudor, exhibiéndose de manera pública. Así lo establece la Ley 23.737 de Tenencia y Tráfico de Estupefacientes, en su Artículo 15: La tenencia y el consumo de hojas de coca en su estado natural, destinado a la práctica del coqueo o masticación, o a su empleo como infusión, no será considerada como tenencia o consumo de estupefacientes.
Si bien la tenencia para consumo personal no es delito, en ningún lado se contempla la importación, por lo tanto el ingreso de hojas de coca se tipifica como un delito federal por contrabando, y ello implica que a las claras que su ingreso se hace por pasos no habilitados y sin ningún tipo de control de calidad y sobre todo de sanidad. Ese vacío legal que existe, está sustentado por los consumidores, que no discrimina estratos sociales. A su vez que encubre el mercado negro de la comercialización en donde están relacionadas las fuerzas de seguridad y funcionarios como se evidencia en los últimos sucesos acontecidos en la provincia.
Si bien la tenencia para consumo personal no es delito, en ningún lado se contempla la importación, por lo tanto el ingreso de hojas de coca se tipifica como un delito federal por contrabando, y ello implica que a las claras que su ingreso se hace por pasos no habilitados y sin ningún tipo de control de calidad y sobre todo de sanidad. Ese vacío legal que existe, está sustentado por los consumidores, que no discrimina estratos sociales. A su vez que encubre el mercado negro de la comercialización en donde están relacionadas las fuerzas de seguridad y funcionarios como se evidencia en los últimos sucesos acontecidos en la provincia.
Foto: Leo Armella
A pesar de años de ilegalidad, el 23 de junio como consecuencia de la propagación del COVID-19, la decisión del Gobernador fue emitir el Decreto N° 1149-G-/2020.- mediante el cual se dispone que toda persona que introduzca hojas de coca en todo el territorio de la Provincia de Jujuy durante la emergencia sanitaria y epidemiológica vigente, será pasible de multas que van desde los 40 mil hasta el millón de pesos.
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