"Somos el mundo andino emergente". Entrevista a Fernando Untoja.



Chitakolla: Durante las elecciones de 1993 usted, como candidato del MKN (Movimiento Katarista Nacional), se presentó como un duro crítico de Víctor Hugo Cárdenas. ¿Ahora que Víctor Hugo es vicepresidente cree que sus actos políticos refrendan o desmientan la opinión que antes tenía de él? 

Fernando Untoja: Cuando nos organizamos como MKN el Movimiento Revolucionario Tupaj Katari de Liberación (MRTKL), el partido de Víctor Hugo Cárdenas, estaba  en descomposición. Si no hubiese pagado “Goni” (El actual presidente de Bolivia) la multa que Víctor Hugo debía a la Corte Electoral, ese grupo habría desaparecido. El Movimiento Indio Tupaj Katari (MITKA) se había asfixiado, Genaro Flores había vendido la sigla y el sindicalismo campesino había sido capturado por la izquierda y se estrellaba contra el Katarismo, que aún no tenía consistencia ideológica debido a que Víctor Hugo o Genaro Flores no entendían el Katarismo como ideología y práctica política. Había además una  pugna entre kataristas, indianistas, sindicalista, campesinistas.

En ese trabajo de organización charle con Víctor Hugo, quien entonces había sido expulsado del MRTKL por Walter Reynaga. Dialogamos en 1993 con varios dirigentes  sobre la unidad y hable con él en Cochabamba, lo vi en el universidad con traje y corbata, nos entrevistaron y Víctor Hugo dijo que iba a las elecciones nacionales como candidato Katarista. Cuando la prensa me pregunto, dije que los kataristas haríamos un gran frente político. Pero en la tarde ya supe que Víctor Hugo se estaba reuniendo con gente del MNR, con la clase media. Yo denuncie esa misma noche que Víctor Hugo  iba a ser candidato vicepresidencial de “Goni”.

Víctor Hugo nos engañó porque era su única manera de sobrevivir políticamente. Ya antes lo capturo la izquierda, concretamente el troskismo, que lo utilizo como caballo de Troya  y lo empujo al MNR para ser vicepresidente. Por eso no es el katarismo el que gobierna ahora, sino el trotskismo de Filemón Escobar, de los “autogestionarios” de Sonia Montaño, que está utilizando la figura de Cárdenas como katarista. Víctor Hugo en su adolescencia y vida universitaria era trotskista. Entonces el trotskismo hacia el entrismo  al MNR, ahora lo hace como Katarismo. Por ello nuestra crítica ha sido  dura, preveíamos que iba a pasar. Víctor Hugo esta por reeditar lo de Pando y Zarate Willka. Las ultimas represiones mostraron que un aimara vicepresidente no ha sido capaz de defender  a cocaleros ni maestros, que son gente del pueblo que en un momento había tenido la ilusión que podía ser su portavoz y defensor. La historia nos está dando la razón: Víctor Hugo no solamente ha traicionado, sino que nunca fue katarista: había sido un trotskista infiltrado al MRTKL de Genaro Flores como líder, y a partir de esto dar el salto, tal como pregona la estrategia trotskista. 

Chitakolla: Hablo de un enfrentamiento entre indianistas, indigenistas, kataristas ¿A qué cree que se deba ello teniendo en cuenta que provenimos de un mismo origen y tenemos aspiraciones comunes? 

Fernando Untoja: El mundo aimara podemos verlo como dos conjuntos: un mundo aimara decadente y un mundo aimara de renovación. El mundo sindicalista – indigenista nació en el mundo de los quechuas y aimaras decadentes, por eso tiene un comportamiento visceral un poco racista, reprimido, mucha frustración y donde todos quieren ser líderes.  Nosotros nos situamos en el mundo aimara de renovación y creo que tenemos que dar el salto, englobar al mundo aimara que está en caída y reinyectar nuevos valores andinos, valores contemporáneos de política, moral, etc. 
Sin embargo felizmente toda esa pugna ha pasado a la historia porque en lugar de unificar lo que se buscó fue figurar y luego negociar las posiciones del poder. 

No quiero decir nombres, podía decirlos pero no los diré en esta ocasión.

La lucha de tendencias es consecuencia de la alienación, del embrutecimiento político del cual han sido víctimas durante la república, sobre todo porque la gente aprendió a vivir de la política. Los dirigentes indianistas-kataristas de antes del 93 comenzaron a vivir de la política. Tenían intereses individuales y no proyectos, porque el individuo debe realizarse en un proyecto, y no como la práctica criolla que a cualquier precio se realiza en cualquier momento.

Chitakolla: Ahora que se acercan las elecciones municipales ¿el MKN se presentará a estas con candidatos propios o incluidos en otro partido?

Fernando Untoja: Estamos preparando nuestros cargos en los diferentes departamentos, pero vemos que los llamados partidos políticos grandes son maquinarias empresariales y hay que enfrentarse contra esas maquinarias que están dispuestas a vender la miseria, la pobreza, a través de los medios de comunicación. Son grupos que han convertido la miseria como mercancía de esos tiempos. La más rentable es la pobreza: ahí están las ONG’s y partidos políticos que nosotros queremos cuestionar. 
Vamos a ir a las elecciones municipales, posiblemente con aliados en algunos departamentos. En Oruro vamos a ir solos, tenemos un buen candidato y pensamos ganar allí. Tenemos que hacer de algún departamento nuestro bastión y en este caso es Oruro, después Norte Potosí. En La Paz también pensamos ir pero con aliados.

Chitakolla: ¿Qué partido seria ese?         

Fernando Untoja: Estamos conversando con partidos como la ASD, los “Pachacutis”…también con ex socialistas decepcionados de sus líderes, que por una embajada en Moscú se han vendido al gobierno. Con toda esa gente vamos a tratar de armar un buen equipo, vamos a batallar o por lo menos  obtener algunos escaños. 

Chitakolla: Hablando ya de propuestas políticas, el MKN propugnaba un pacto “indio – militar”. ¿Mantiene la misma propuesta?

Fernando Untoja: Voy a seguir con la misma propuesta, pero tiene un contenido distinto de lo que fue el “pacto militar campesino”, porque el pacto militar campesino ha sido instrumento de los partidos oligárquicos que se han servido del campesinado y de los militares. Empero yo no he planteado un pacto militar indígena  o indio, sino un pacto cultural de reciprocidad entre las fuerzas armadas  y las Naciones Originarias.  

Chitakolla: ¿Cuál sería el contenido de ese pacto?

Fernando Untoja: Hasta el momento nuestras fuerzas armadas han sido educadas en el marco del colonialismo interno y en lugar de formar al soldado lo deforman. El hombre del campo va equipado con su cultura y los cuarteles y vuelve vacío, detesta a su pueblo, no respeta al Jilakata, cree tener más derecho en la comunidad. El pacto de reciprocidad es que las fuerzas armadas aprendan lo que es el pensamiento del Ayllu, el pensamiento andino y que sea ellos los propagadores de ese pensamiento y en base a eso formen el pensamiento nacional boliviano.

Los indígenas pueden dar mucho a las fuerzas armadas, desde la idea de expansión  propia de la cultura andina, incluso antes de los incas. Las fuerzas armadas han perdido toda tarea de expansión, el boliviano ha comenzado a habituarse a ese proceso de achicamiento. Las Fuerzas Armadas pueden aportar tecnología contemporánea al mundo andino.

Esta expansión esta frenada por ideologías totalmente ajenas e incapaces de crear un referente con valores expansivos. Por ejemplo el caso de CONDEPA. Ese partido soló tiene denunciado el endogenismo; el endogensimo es otra política para proteger a la oligarquía, la oligarquía se va abrigar en dos o cuatro años bajo el modelo endógeno, que significa que el estado más dinero  a la empresa privada, una empresa privada incapaz de competir, de ser expansiva, incluso incapaz de controlar el mercado interno. 

Chitakolla: ¿Cómo ve la actual situación campesina indígena de nuestro país y que medidas deberían adoptarse, teniendo en cuenta que es la mayoría en el país?

Fernando Untoja: Pienso que todos los kataristas y todo boliviano deberían de olvidarse del campesino indígena, de ese término. A nosotros nos catalogan como movimiento político indígena, yo me pregunto ¿los que viven en Bolivia no son indígenas? ¿Entonces qué son? La propia prensa oligárquica al llamarnos partido indígena crea nociones de exclusión, nos consideran como ajenos: ellos los nacionales y nosotros los indígenas exóticos. Por eso nosotros estamos por la proscripción del término indígena o campesino, pues son formas de discriminación política, racial. 

Chitakolla: Pero de que hay diferencias y contrastes es evidente…

Fernando Untoja: Los hay pero no por ser indígena o campesino. Es mejor hablar del mundo andino, del mundo aimara o quechua, que trabaja en el campo, en las ciudades, que traza su propia estrategia para sobrevivir y, ahora con el katarismo traza también un  proyecto para hacerse del poder. Desde el ‘52  ha habido un deterioro cultural; el campesino desterrado se ha vuelto mendigo, antes trabajaba en la mita hacia caso al jilakata, ahora se sienta en la esquina de su plaza y espera que llegue el gringo, una ONG, ultimadamente una OTB, para moverse: Es una decadencia total del mundo aimara. En las ciudades el  campesino ha aprendido a ganar dinero y se ha formado una casta que acumula riqueza, pero no tiene visión política. El aimara en las ciudades se compra 5 micros, baila 3 días o una semana para demostrar su poderío, con cerveza o con otras cosas. Esa también es una forma de descomposición. 

Por eso mientras se descompone el mundo rural, la oligarquía expropia los valores del aimara o quechua. Vemos un Mantilla   que un poco cacarea el aimara, que se disfraza como un turista. Eso es hipocresía, eso es asalto, es robo de una oligarquía decadente sin valores que ahora los busca, pero expropiándolos. En eso yo fui crítico a Mantilla, y he criticado al propio CONDEPA. Los aimaras no necesitamos disfrazarnos tal cual vamos a campaña electoral y vemos a otros jefes de los partidos disfrazados con chullos o ponchos. Usar la lengua como lo hace Palenque o Mantilla, es muy similar a lo que hace la oligarquía con Víctor Hugo Cárdenas, cuando Cárdenas ya no sirva seguro que ira a un basurero del MNR, y Cárdenas sobrevivirá políticamente  si es que se vuelve emenerrista; como katarista no creo que tenga futuro.

Chitakolla: Teniendo en cuenta el valor y el potencial que posee el mundo andino, ¿Cómo cree que pueda recuperarse del estado de postración en el que se encuentra?

Fernando Untoja: El mundo aimara quechua necesita forjar nuevas elites, yo creo en las elites y esas elites tienen  que condensar y propagar proyectos, propuestas. La elite está obligada a sacudir la mente de todo aimara de todo quechua, ellos tienen que dar un referente de vida, de ética. Por ejemplo ¿la izquierda, qué ética política podrían ofrecer a los 700.000 que votaran?, Lo único que pueden enseñar es cómo robar  al país, como estudiar para robar y como estar en el poder para robar al país cínicamente. Nosotros creemos que la nueva generación tenga nuevos valores, que sean protagonistas creadores de ideas, es una lucha difícil en estas condiciones  y eso es lo que puede cambiar a la gente.

La gente se comprar 5 micros tiene que aprender a invertir, la gente que tiene dinero no tiene que conformarse con vender zapatos Manaco o vender mercancías de contrabando, tiene que apuntar a crear un banco propio, tiene que entrar al mundo financiero y todo eso lo va formar una élite en toda Bolivia. Si no hay eso, pienso que se va acelerar más la  descomposición y el llamado indígena, y todos debemos estar preparados. Si hay que compartir el poder hay que compartir, pero de igual a igual y no en las condiciones que está “compartiendo” Víctor Hugo Cárdenas, quien apenas ha conseguido un trabajo para su hermano.  
      
Fuente: Fuente: boletín Chitakolla, año IX, Nro 2, junio de 1995.



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