"La gran rebelión en los Andes: de Tupac Amaru a Tupac Catari", de Scarlett O'Phelan Godoy(reseña)
Mónica Adrián
Este libro viene a sumarse a la
copiosa producción de Scarlett O'Phelan en tomo a los movimientos sociales en
los Andes durante el siglo XVIII . En esta ocasión, la autora presenta una
colección de seis ensayos escritos entre 1989 y 1993. Tomados globalmente,
constituyen un valioso aporte para el análisis del contexto insurrecciona!,
fundamentalmente por dos características que aparecen como un hilo conductor a
lo largo de todo el conjunto: la consideración de casos particulares sin perder
de vista el marco representado por la estructura global de poder colonial y la
inclusión de numerosas comparaciones que cumplen el doble efecto de destacar
particularidades y contrastes y proveer el material necesario para efectuar una
futura síntesis.
Dos de los ensayos han sido
publicados con anterioridad. Son éstos: "El 'castigo ejemplar al traidor'
La radicalización de la violencia en el Bajo y Alto Perú" y "Utopía Andina:
Para quién? Discursos paralelos a fines de la colonia"[1].
En el primero, la autora encara la violencia selectiva desencadenada en el
contexto de la gran rebelión de 1780-81 contra "españoles" y "no
españoles" con especial atención a las razones por las cuales se aplicaron
a las víctimas "castigos ejemplares". Una preocupación que recorre
todo el en sayo es el intento por hallar un modelo explicativo -tanto para la
selectividad, como para el tipo de castigos impartidos- en el análisis de los
trabajos que intentan explicar el homicidio y el castigo en otros contextos,
con especial referencia al ritual que acompañó a las ejecuciones en la
Inglaterra del siglo XVII, sin que falten, por lo demás referencias al mundo
azteca.
El segundo de los artículos
citados -que encabeza esta compilación- explora tres grandes tópicos que han
contribuido a renovar la discusión sobre las rebeliones andinas durante el
siglo XVIII : la periodificación del contexto insurrecciona, el objetivo de
"Restitución Imperial" y la simbología milenarista que se le ha
atribuido. Con respecto a lo primero, retoma su clásica periodificación en tres
etapas a partir de la tríada Cochabamba Cotabambas-Oruro de la década del 30
del siglo XVIII, frente al intento de Steve Stem de tomar como punto de partida
el movimiento de Juan Santos Atahualpa de 1742.[2]
En cuanto a las connotaciones utópicas y milenaristas de la gran rebelión,
plantea que no necesariamente hubieron de responder a un intento nativista de
retomo a los tiempos del Incanato. Se inclina, en cambio, por un origen
hispano-criollo, vinculado con la educación jesuita de los caciques y con la
participación del bajo clero, de mestizos y criollos en el contexto
insurreccional.
Por cuanto a las novedades
incluidas en esta compilación, en "De kurakas a curas: los linajes
incaicos frente a la gran rebelión" se introduce un sugerente enfoque
-matizado con interesantes comparaciones con el caso mexicano- según el cual,
una vez abolidas las sucesiones cacicales como consecuencia de la gran
rebelión, los linajes cuzqueños , si bien dejaron de proveer de caciques a las
comunidades, habrían comenzado a proporcionar curas como alternativa y
mecanismo de supervivencia. El origen de esta situación se ubica en la
educación de los miembros de estos linajes en las escuelas de caciques y en su
ingreso al clero colonial.
El artículo "Elite, comercio
y poder en el Cuzco. Entre la gran rebelión y la independencia"
constituye, con mucho, el principal aporte metodológico de esta compilación. La
autora afirma que, con el sistema de aduanas, se intentó despersonalizar la
recolección fiscal para hacer más eficientes los cobros mediante la remoción de
las autoridades que tenían fuertes intereses locales e interregionales. La
novedad metodológica radica en el análisis de la información contenida en los
libros de Aduana desde un punto de vista cualitativo. Mediante la combinación
de estos datos con otros procedentes de registros notariales y expedientes
judiciales, logra reconstruir las redes de parentesco y las alianzas tejidas
por cinco miembros de la élite cuzqueña vinculados con el tráfico mercantil
entre el Bajo y el Alto Perú, antes y después de la rebelión de Túpac Amaru.
Concluye así que el modelo de inversiones de este sector -a semejanza del de la
élite del Bajío mexicano considerado por Tutinó[3]-
tuvo connotaciones regionales y no exclusivamente provinciales. Al hacer
derivar la quiebra de esta inserción regional del proyecto de instalación de
aduanas y de la eliminación del repartimiento de mercancías, ubica a las
reformas borbónicas, más que al contexto de las guerras de la independencia, en
el origen de la desintegración del mercado surandino.
Otro aspecto de la creación y
reproducción de lazos de solidaridad
es considerado en "Coca,
licor y textiles : el calendario rituálico de la gran rebelión". Se trata de
la reactivación de los mecanismos de reciprocidad andina derivada de la distribución
de coca, chicha y textiles en el contexto insurreccional. Muestra aquí cómo
estos mecanismos se vieron fortalecidos por la vigencia del calendario
rituálico y por la ruta del arríeraje transitada por las empresas de los
líderes indígenas de ambas fases de la misma.
Finalmente, en "Tupac Amaru
entre las reformas borbónicas y la Constitución de Cádiz'' la autora presenta
la hipótesis de que existió una secuencia lógica entre la legalización del
reparto de mercancías y el establecimiento de las aduanas tendiente a generar
un sector medio que, a la vez que se integrara en un mercado interno de bienes
y mano de obra asalariada, fuera gravado por las nuevas imposiciones fiscales.
Tal modelo, afirma, sólo sería efectivo en caso de completarse con la abolición
de la mita y los tributos propuestos en la Constitución de Cádiz de 1812.
Frente a este programa, el de Tupac Amaru, que sólo contemplaba la suspensión
transitoria de tributos y mitas, respondería a intereses conservadores frente
al intento "modernizador" borbónico. Queda pendiente la contrastación
empírica de esta sugerente hipótesis.
Tomados en su conjunto, los
artículos de esta compilación proporcionan una serie de pilares sobre los
cuales poder intentar una futura síntesis sobre las rebeliones en el siglo
XVIII, que pueda extenderse más allá de los Andes. Son ellos: la continuación
del debate sobre la periodización del contexto insurrecciona; la reconstrucción
de estructuras socioeconómicas regionales a partir del estudio puntual de las
estrategias adoptadas por los distintos actores; la incorporación de
comparaciones a partir de las verificaciones realizadas en base al trabajo
heurístico y, por último, el intento de ajustar las fronteras espacio
temporales a los contextos analizados, hecho éste que permite analizar rupturas
y continuidades que van más allá de los límites impuestos por los nacientes
estados decimonónicos.
[1] Archivo
Histórico de Tucumán (en adelante A H.
T.). Serie V. Publicación
XXIX. Volumen 7 índices
documentales. Sección actas capitulares. Copia de Samuel Díaz. Vol. 11 al 14 .
Años 1 784- 1824.
[2] Ibid.
[3] lbíd.

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